Estoy trabajando en 4 cosas en este momento: Mi yo, Mi felicidad, Mi paz interior, Mi dinero

He aprendido que si no trabajo en mí, nadie lo hará por mí. Y no se trata solo de crecer, sino de sanar. De reconstruirme en silencio mientras el mundo sigue girando.

Mi yo es mi primer proyecto. Ya no me exijo perfección, solo me pido verdad. Estoy aprendiendo a conocerme de nuevo, a soltar culpas heredadas y abrazar mis propias decisiones.

 

Mi felicidad ya no depende de otros. No la busco en una pareja, en un trabajo o en la aprobación ajena. La estoy construyendo desde dentro, con pequeños actos de amor propio cada día.

Mi paz interior es sagrada. Aprendí a alejarme de lo que me quita calma. No discuto donde no hay respeto. No insisto donde no hay reciprocidad. Me retiro sin hacer ruido.

Y sí, también estoy trabajando en mi dinero. Porque merezco estabilidad, merezco vivir tranquila. Ya no me da miedo hablar de abundancia, de metas financieras y de sueños grandes.

No es egoísmo, es amor propio. No es ambición vacía, es dignidad. Estoy dejando de sobrevivir para empezar a vivir como merezco.

Sé que no es fácil. Sanar duele. Cambiar cuesta. Pero rendirse no es opción cuando el alma tiene hambre de más.

Estoy dejando atrás lo que no me suma, lo que me drena, lo que me apaga. Porque entendí que cada elección es una inversión en mi futuro.

Estoy trabajando en mí. Con paciencia. Con firmeza. Con amor. Y aunque no todos lo vean… yo sé lo que viene. Y lo que viene, es mejor.